lunes, 25 de julio de 2011

Algunas de nuestras atracciones cinematográficas para esta semana....

Cineadictos musicofilos, cinefilos musicoadictos...
Este 27 de Julio a las 6pm....

El Cineclub de la cooperativa llega al final del ciclo de música y cine en este su cineclub con una comedia británica de epoca, en una época de música y rebelidia (los 60's) The boat that rocked (a.k.a. Pirate Radio en el vecino norte). La cinta explora las juergas, peripecias, cotidianidad y misión de un barco pirata... de música que piratamente se transmitía al Reino Unido, quiero decir, sobre todo pop y rock ignorados si no es que hasta censurados por la BBC.


The Boat that rocked cuenta con los servicios actorales del señor Philip Seymour Hoffman, haciendola de DJ gringo en un excelente trabajo que no puede sino sembrar la duda de cómo la misma persona ´puede hacerla tan convincentemente de Capote. La película recrea de manera eficiente no sólo la época y su música, sino que envuelve en un ambiente de camaradería, desafío a través del arte a la autoridad por la autoridad, y de desmadre, chicas guapas drogas y rock (si eso es lo que les gusta) que hace de esta película un evento óptimo para compartirse con camaradas en nuestro espacio: the cineclub that rocked.





Así que, los esperamos el próximo miércoles 20 de julio a las 6pm. en Cooperativa Tzikbal (Pabellón Copilco: Eje 10, local b 225, 2do. piso, frente Superama Universidad). Cuota de recuperación: $15 pero función o 4 sesiones por $50.

Para más chismes cinematográficos, he aquí el link a su propio blog http://cineclub-tzikbal.blogspot.com/


¡Corran la voz y el rock!

lunes, 18 de julio de 2011

Primer Foro Verde de Tzikbal.

El viernes 8 de Julio de este 2011, tuvimos el guso de congregar en nuestras instalaciones a un grupo, diverso en sus intereses específicos y formaciones (biologos, astrofísicos, cineastas, sociologos, activistas), con el denominador común de impulsar con su trabajo y conocimiento proyectos de corte ambiental. Teniendo esto en cuenta, queda clara la pertinencia de nombrar a este evento "Foro Verde". La libre asociasión queda en este caso reforzada por la cena vegetariana ofrecida a nuestros comensales de aquella noche: spaghetti con salsa de pomodori y aceitunas negras, acompañado de ensalada de lechugas mixtas con gajos de mandarina, almendras rayadas, queso gouda en cómodos cuadritos, y un delicioso aderezo de mostaza dulce preparado artesanalmente para la ocasión. Ambos platos directos de la cocina de nuestros camaradas de Cosa Nuova.

Miembros de la cooperativa degustan la cena al final del turno.

El foro aconteció en cuatro tiempos: 1) comenzamos con una tanda de glamouroso speednetworking (microentrevistas de 3 minutos en una mesa redonda, al cabo de los cuales los participantes se recorren un espacio a la derecha cambiando así de interlocutor); 2) el foro propiamente dicho, donde 5 ponentes nos hablaron de sus proyectos con toda la solemnidad posible, y hasta un corto se presentó; 3) el infaltable break, en donde precisamente se consumió la cena vegetariana y; 4) un deleite lírico a cargo de, Japhlet Bire Attias, virtuoso del Chapman Stick. Antes de explicar qué es el Chapman Stick -porque sé que a menos que sean fanáticos de Crimson Kings se lo estarán preguntando en mayor o menor medida- ofrezco una reseña de algunos de los temas abordados por los asistentes al foro, misión central de la presente entrada.

Speednetworking en sesión.

Dentro del speednetworking (donde más o menos me infiltré) tuve el gusto de hablar con Cinthia Chelius, sociologa de la UNAM, quien actualmente se encuentra desarrollando su tesis sobre cambio climático y migración, con un foco en los desplazados ambientales: grupos de personas que tienen que abandonar sus hogares a causa de desastres naturales vectorizados por el accionar humano. Escuché así mismo a Valerie Parent, asistente al foro ambiental de Cancun, con cantidad de amigos freegan (género de vegetarianos que además gusta de viajar, y no usa dinero), quien opina que una política pública local que impactaría de maera benéfica al ambiente, y a la calidad de vida de los capitalinos, sería el despliegue de más y mejores campañas, e instalaciones que favorezcan el uso de la bicicleta, ya que la actual infraestructura y cultura de la ciudad, vuelven a este medio de transporte más bien en una odisea potencialmente mortal. Aún dentro de la misma dinámica, tuve el placer de platicar one on one con Rurik Hernandez, Violeta Anaya y Luc Binette, quienes posteriormente expusieron de manera mucho más formal y extensa dentro del foro. El primero de ellos, Rurik, abogó por la defensa de territorios, pueblos, comunidades, contra el accionar de empresas mineras, citando el ejemplo de Cerro de San Pedro donde la explotación del mineral por parte de una transnacional canadiense -terriblemente nociva y terriblemente irregular- ocurre en una zona que cuenta con el 50% de la biodiversidad en un área desértica que abarca hasta Arizona, además de realizar explosiones todos los días a las tres a una distancia del pueblo menor que la estipulada por la ley. Para apoyar esta campaña, se requiere sobre todo espacio en medios, presencia en el DF, y asesoria técnica especializada sobre todo en términos de litigación estratégica, ya que el trabajo es titánico. Violeta Anaya pertenece al colectivo Egarambullo (fruto dulce de una cactacea endémida de México), agrupación de biólogos de la UNAM, interesados en temas como la educación ambiental dirigida a sectores vulenrable como las personas con capacidades distintas, y la sensibilización en términos de compras sustentables y responsables de víveres. Luc Binette, un muy querido camarada de esta cooperativa, e investigador de la UNAM, promueve un proyecto para que el Ecocidio se reconozca en la ONU como un delito, y sea perseguible por cortes internacionales. En este sentido la destrucción masiva de ecosistemas sería equiparable a por ejemplo la tortura o el genocidio. El objetivo intermedio de este grupo es llevar la iniciativa a la Cumbre de la Tierra de Rio 2012, para lo cual precisan del apoyo económico de instancias de la sociedad civil.

Colectivo Egarambullo expone dentro del foro.

En un orden no necesariamente cronológico, la siguiente ponente, Chels Briseño (tocaya de apellido) Persigue el objetivo de hacer un documental sobre la vida y obra de Ricardo Yepes, quien dedico 50 años al cuidado de las tortugas marinas en la playa El Raudal, Veracruz, hasta ser asesinado en el 2008 presumiblemente por pescadores furtivos que ven en estas criaturas una fuente de ingresos. El documental buscaría concientizar sobre la importancia de la conservación de las tortugas, en especial en esta playa donde llegan buena parte de las especies existentes en el mundo. De igual manera, busca apoyar a la Fundación Yepes, dirigida actualmente por uno de sus hijos, quien continua esta noble y ardua labor hoy día. Para cerrar esta sección, Mauricio Garcia nos presentó su documental Fronteras, que a través de entrevistas y al son de Don't stop me now, trata sobre la posibilidad (o posibilidades) de un mundo del que se borraran los límites entre paises y pueblos.

Imagen del proyecto documental de Chels Briseño.

El broche de oro a toda esta velada de socialización de labores en pro del ambiente, lo puso Japhlett Bire Attias, interprete del Chapman Stick, instrumento obtenible sólo bajo pedido, que se basa en el método de pisadas a dos manos desarrollado por Emmet Chapman en los 60's. Huelga decir que no sé mucho del tema, por lo que ofrezco el siguiente link a los interesados (http://www.stick.com/). Japhlet tuvo la amabilidad de platicarme un poco sbre las complicaciones de tocar este instrumento, siendo la principal justamente el coordinar armonicamente los movimientos de ambas manos, labor que le ha tomado alrededor de seis años. El resultado es no obstante impresionante, como quedó claro en el gran final del Foro Verde, donde tuvimos el gusto de escuchar piezas desde Carlos Santana hastaYann Tiersen.



Japhlett Bire Attias y su Chapman Stick en acción.

Esperamos que esta variopinta reseña triunfe en la misión de transmitir lo hecho en el Foro, y sobre todo de hacerlos cómplices en alguno de estos proyectos donde su interés será invariablemente bien recibido, y su ayuda puede hacer una diferencia.

lunes, 11 de julio de 2011

Memorial de eventos tzikbaleros.

Hagamos memoria; si recordar es vivir, resumir debe ser algo muy parecido. ¡Marineros! Los invito a un viaje -no a Marte- sino a la estela de los eventos que han engalanado nuestra bienquerida cooperativa. No seguiré un orden cronológico, ni retrpospectivo, sino que me dejaré guiar por el más estricto como dios me de a entender. Eso sí, tratando de no dejar fuera nada dentro de mis muy humanas capacidades memoriosas.

Pues bien, hablando de memorias y nostalgias, quizá podemos también hablar de milongas, de choripan, de pasitos acompasados, y comenzar este ejercicio recordando nuestra Noche de Milonga, en que precisamente todos estos elementos estuvieron presentes, a media luz, con un vinito en mano, y una instructora de tango de primera. Ya encarrerados con el baile, no podemos olvidarnos del swing, ritmo que dio tema y tecitura a la primera de nuestras fiestas fuera de los confines físicos de Pabellón Copilco (Fiesta de swing en el bar la Época), que fue un éxito, y terminó como canción de Yuri: con un apagón, que lamentablemente se apropio de lo que de otra forma hubieran sido al menos un par de horas más de diversión. Hablando de pininos pero en eventos dentro de nuestro propio foro, quien nos haya acompañado un martes o jueves por la tarde, ya se habrá habituado a que, a esas horas, tzikbal se dice bailando salsa, costumbre que tiene su acto inauguiral precisamente en una clase abierta que fue uno de nuestros primeros eventos, titulado Noche Cubana, en nuestra primerísima semana de operaciones, ocasión en que se proyectó además la cinta Vampiros en la Habana, antecedente inmediato de lo que hoy es el Cineclub de esta Cooperativa.

Imágenes de nuestras clases de salsa, del swing en la fiesta de swing, y de nuestra noche de milonga

Con eso del baile, es preciso decir que en Tzikbal tenemos banda sonora: basta retroceder un par de semanas en la memoria para encontrarnos con los camaradas de Subson, cuya vocalista levanto más de un suspiro con su canto de sirena (ya hablaremos de Ulises más adelante), y cuyos acordes poblaron de musica, fanáticas gritando en frenesí, y mucho headbanging (bueno seguro alguien lo intentó) nuestro viernes por la noche no hace mucho. En plan más lirico bohemio, por el mismo armonioso carril de las bandas sonoras de Tzikbal, tengo el gusto de remontar mi oido al concierto de guitarra clásica con que el maestro Sergio Contla nos convidó no hace mucho, en cuyo repertorio se alternaban temas de la más fina hechura, nacidos en los tinteros de compositores latinoamericanos, de una identidad sonora tan clásica como propia, que hizo las delicias de los comensales, quienes además disfrutaron de un rico vino, como es costumbre con nosotros. Por si fuera poco, aquella noche nuestras sensibilidades fueron mimadas por la poeta Mónica Gameros, cuya lectura, ambientada por cantos de ultramar y pasamontañas, da el nombre Caída Libre a nuestro evento. Entre nuestro OST hasta ahora, no podía faltar la fusión de jazz, bossa nova, y una bellísima vocalista con que Vaina Café conquistó los timpanos y corazones de los asistentes, nada menos que una noche de este verano.

Cafe Vaina, Subson, Sergio Contla y Mónica Gameros en acción.

Sin perder este hilo conductor, pero ya en plan campechano, ¿cómo no incluir aquí nuestra Noche de Rockband? O dicho de otra manera, noche de cuatro pelados trepados en nuestro escenario picando botoncitos en una guitarra de plástico y mucitando o berreando cosas al micrófono, eso sí, divertidos como enanos. Ahora que si de regresiones hablamos, Back to the 80's es el evento a tener presente: gente vestida según la extravagante usanza de aquellos días, guapas meseras en patines con malteadas de fresa o nachos con ese queso amarillo que culposamente nos encanta, y para rematar, la primera parte de tres de las mejores sagas hollywoodenses de la epoca: Back to the Future, Karate Kid y Ghost Busters.

Guapas en patinesy adultos con guitarras de plástico con los respectivos flñyers de los eventos.

Para no dar a entender que en Tzikbal somos excesivamente campechanos, basta recordar nuestros eventos con títeres. El primero de ellos, Hombre animal o monstruo a cargo de la compania Triciclo de Metal, fue para decirlo en pocas palabras, de una macabra sensualidad, con lacónicos personajes de psiquiatrico, tétricas muñecas enamoradas, o viejos generales con maletas llenas de nostalgia y besos que confunden entre títire y titiritera. Ah sí, y Eli Guerra nos acompaño aquel día como una expectadora más. En una línea semejante, tenemos a Kaplan, a cargo de la compania Banyan espectáculo que por su parte emplea la sombras de los títeres como principal, aunque no unico elemento narrativo, con todas las posibilidades que esto conlleva. Banyan nos cuenta una historia de cazadores, fieras y árboles sagrados, impregnada de erotismo y de una elegancia silenciosa que seduce a la vez que intriga.

Títeres, flyers y Sol.

La verdad es que rodearnos de arte nos agrada mucho en esta cooperativa, de lo cual, la exposición titulada Yolemem es una prueba más. El artista Fabricio Cajeme, de origen Yaqui, inauguró dentro de nuestras paredes una muestra de su obra, cargada de elementos mágicos, de alusion a transfiguraciones, y elementos simbólicos propios de su legado, obra que aún nos acompañará en el local hasta el 31 de julio. Adicionalmente, aquel día contamos con una suigeneris relectura de la danza del venado, ejecutada por el bailarin de danza butho Nextepehua, quien dejo a los asistentes boquiabiertos, por decir lo menos. No obstante, la belleza no es la única de las preocupaciones de esta Cooperativa, comprometida firmemente con el cuidado del medio ambiente, compromiso que se se ve reflejado tanto en nuestro actuar cotidiano, como en eventos como la presentación de la revista Mundo Verde, publicación en línea que através de ofrecer posibilidades de acción local se ocupa de temas ambientales globales.

"Música que cura avanza", ponentes y bocadillos

Y bueno, marineros, last but non least, y fieles a nuestra promesa de hablar sobre Ulises, terminemos este ejercicio de memoria con el performance a cargo del artista español Pablo Hoyos, titulado Saturno: Satanizar el fuego, en que un hombre, amarrado a un mastil de concreto con cintas de papel plástico, espera escuchar el canto de las sirenas, que por pos su parte se le muestran en todo su violento accionar, recordándonos que una vez que se ha escuchado su canto, uno ya no vuelve a ser el mismo.

Pablo en una noche de bohemia.

Esperamos que Tzikbal siga siendo este canto para muchos de nosotros, canto que en nuestro caso permite la posibilidad de réplica y de cancionar juntos. Les esperamos todos los viernes y sábados para vivir de primera mano esta experiencia (sin necesidad de atarse a mastil alguno).