Fotografía Estenopéica se hace Huequito en Tzikbal
Tras una pausa que al menos de este lado del teclado
se sintió eterna, estamos de vuelta reportando el barullo de la vida en nuestra
bienamada Cooperativa Tzikbal. El
chisme más reciente es que el pasado sábado 14 de julio nuestras instalaciones
de la colonia Oxtopulco (frente a CU como es costumbre, aunque usted no lo crea)
tuvieron el gusto de alojar la presentación oficial de algunos de los trabajos
del proyecto de Fotografía Estenopéica
de nuestros camaradas de El Huequito.
Como parte de esta presentación, engalanaron nuestra galería fotografías
predominantemente en blanco y negro de diversas fuentes. Algunas obras de niños pertenecientes a
comunidades indígenas de la sierra mazateca; otras de los profes del taller del
Huequito; otras tantas de la camarada del Perú Pilar Pedroza; y algunas otras de
la autoría de un verdadero mosaico de
autores (México, Argentina, España, Bélgica Venezuela, Cuba, Bolivia por citar
algunos), cuya obra alcanzó nuestras playas como parte de la Muestra
Internacional de Fotografía Estenopéica. La curaduría corrió a cargo de Ruth
Rodriguez, ajúa.
Permítasenos explicar antes que nada, en palabras de Aarón
Cadena, antropólogo y fotógrafo - la mente macabra detrás del huequito-, de
qué va este asunto de la foto estenopeíca. En sí, esta denominación se refiere
al hecho de emplear una cámara sin guías visuales a la hora de tomar las
fotografías; se emplea una cámara obscura con un huequito + algún material
fotosensible y voilá. Aarón se aproximó
a esta forma de fotografía inicialmente en 2011, en la comunidad Pile, Ecuador (donde
andaba dando clases en la UCEAM). La
idea lo flechó e importó el concepto a México, donde han trabajado con niños en
comunidades de Oaxaca y Puebla.
Uno de los argumentos para el uso de esta aproximación
a la fotografía con niños es lo económico de los materiales, mucho más accesibles
que una cámara convencional, característica de la cual se deriva además lo maleable
y noble que la herramienta misma resulta, ya que no requiere que se le trate
como una pieza de cristalería, como sucede con aparatos más costosos.
Por este motivo, como señala Yssel Tarín -educadora popular, miembro de El Huequito y de
Tzikbal- éste tipo de fotografía resulta una herramienta de suma utilidad en la
educación popular y para la
participación infantil. Tanto en la experiencia de Yssel como en la de Rodrigo,
los niños se muestran particularmente curiosos y entusiastas ante la posibilidad de aprehender las imágenes
de su entorno cotidiano, y al facilitarles los medios, nos cuenta Yssel, el
hecho de que sea un proyecto de niños juntos les da identidad y les permite
apropiarse de su día a día para regresar a través del aparato una visión harto particular
y propia de lo que les rodea.
La cámara estenopéica también ofrece posibilidades sui
generis a usuarios adultos. Como asistente al evento de este sábado llama mi
atención el hecho de encontrarme con imágenes que nacen de la obscuridad sin
concurso del ojo humano, al menos en lo que se refiere a las guías ópticas
acostumbradas, lo cual debe incrementar dramáticamente el concurso de lo
imaginario al urdir una idea o un instante, y de lo técnico para hacerlo
aparecer como fotografía.
Los invitamos a echarse una mirada por el resto de
nuestro blog, y a darse una vuelta por Tzikbal, urdir sus propios eventos,
degustar un buen café o vaya usted a saber. Nos gusta saber de ustedes.