lunes, 5 de septiembre de 2011

Hace algunas semanas...

Tras una breve pausa, éste su blog lo pone al día sobre los siempre atractivos eventos que habitan el foro de Cooperativa Tzikbal durante los fines de semana, habitantes con los cuales los invitamos a concurrir en veladas al más puro estilo tzikbalero.

La exposición Al filo del trazo, del artísta plástico francés Eric Martel, cuya inauguración se celebró el 27 de agosto en Cooperativa Tzikbal, y que adornará sensualmente nuestras paredes hasta el 17 de septiembre, consiste en una colección de desnudos con técnica mixta (tinta, pasteles, oleo), en que el artista busca explorar la feminidad y su relación con la creación milenaria a través de la figura humana, la cual plasma como silueta en su memoria, para despues auscultar desde todos los ángulos imaginables, desnudarla de piel y carne, observarla en su esqueleto, para finalmente obtener una obra fresca sobre la página, sin intervención tecnológica alguna.

En entrevista con Eric, tuve el gusto de aprender un poco de su vida, su paso por nuestro país, su posición como artista, y su obra pictórica. Eric se declara autodidacta, y amante del arte y la cultura, asumiénose a sí mismo como artista plástico ante todo, datos a los que resulta interesante añadir que también ejerció el oficio de carpintero en Lyon, ciudad donde también descubrió que podía dibujar. Quizá del orden, la disciplina y la paciencia que Eric comenta son necesarias para la carpintería nace una correlación con su manera de acercarse al dibujo, y del trabajo estructural y de embonado que implica este oficio, la preocupación por lo oseo en en la conformación de sus dibujos: “Los huesos se tienen que estipular, y distinguir para dar proporción a los cuerpos”, nos dice. Pese a no ser ajeno a la fotografía, donde de nueva cuenta la temática es el desnudo, Eric dice preferir la pintura por la conexión demasiado obvia y directa que la fotografía de este tipo guarda con lo erótico, mientras que la pintura, al ser abstracta, no refleja la obsesión por el cuerpo desnudo, permitiendo matizar otras aristas e intenciones de la figura humana. Finalmente, Eric se dice feliz de su paso por México, donde lleva ya 5 años, y actualmente cuenta con una muestra de lo hecho en ese tiempo de la que él dice, es bastante satisfactoria.



Ese mismo fin de semana, el viernes 26, contamos con la presencia de Caruso, grupo de música popular contemporánea que conecta la teatralidad, la poesía y la música, área esta última en la que se sumergen en diferentes géneros y estilos sin restricciones. Caruso está compuesto por 5 miembros: Ardelll cantante y acordionista (un acordeón italiano cuyas notas son graves), Mario Hernandez, bajista y productor del proyecto; Joosh, guitarrista; Benja en el sax (un sax alto); y Diego en la bateria. El nombre del grupo surge de un muñeco, una calavera clown, que los acompaña a todas partes como una especie de tétrico ambuleto, cuya tesitura va muy de la mano con su proyecto musical. De ahí que el nombre de su función en la cooperativa, que es también el nombre de su primer demo, sea Anestesia, que aborda la construcción de mundos ficticios en la Ciudad de las Caderas Rotas, sus pájaros, desaparecidos y temporalidades.

La propuesta de Caruso resulta hipnótica, en la medida que sus letras fungen un encanto que la música va concretando, hasta que una y otra se alternan en el hechizo, o se fusionan dando la bienvenida a los escuchas a la Ciudad de las Caderas Rotas, que en su humo evanescente se apareció en Tzikbal dejando un poco de sus voces y desvelos, en sus muros y en los asistentes a este evento.

Dentro de la oferta musical de la cooperativa, en lo que fue una atractiva intersección entre spoken word, rap y hip hop, tuvimos el honor de ser la sede del evento Noche de Poesía por los Mazahuas, organizada por Maiz Colectivo México. Este Colectivo, en sus propias palabras “nace en 2006, en el Estado de México, como una organización independiente sin fines de lucro, el compromiso con la sociedad y nuestro entorno es lo primordial, ejemplificando y rescatando valores esenciales del ser humano, como: ayudar a personas de escasos recursos”.

La noche, colorida a más no poder, tuvo por principal objetivo recaudar fondos para apoyar a la comunidad Mazahua de Valle de Bravo, a la vez que llamar la atención sobre las condiciones de marginalidad en las que estas comiunidades se ven orilladas al ir perdiendo sus tierras, lo cual pone en peligro su subsistencia material y con ella, la de su cultura. Con éste noble objetivo en mente, tuvimos el placer de escuchar un grupo muy nutrido de artistas: Dustin, LCD, Itzacomikk, Womer, Seneca Dshubba, Dr. Diamante, Amauta Molina y más. Las presentaciones variaron en formas desde la lectura de poemas clásicos, a la improvisación sobre temas sociales, hasta rap sobre temas amorosos, con una excelente musicalización que a la postre generó un ambiente que, amén de la solidaridad con su causa y sus letras, terminó por convertirse en una noche francamente divertidísima.


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